Precesión de los equinoccios
La precesión de los equinoccios es el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra, que hace que la posición que indica el eje de la Tierra en la esfera celeste se desplace alrededor del polo de la eclíptica, trazando un cono y recorriendo una circunferencia completa cada 25 776 años, período conocido como año platónico, de manera similar al bamboleo de un trompo o peonza. El valor actual del desplazamiento angular es de 50.290 966” por año, o alrededor de 1° cada 71.6 años.
de la eclíptica y la torsión ejercida por las fuerzas de marea de la Luna y el Sol sobre la protuberancia ecuatorial de la Tierra. Estas fuerzas tienden a llevar el exceso de masa presente en el ecuador hasta el plano de la eclíptica.
Históricamente se le atribuye el descubrimiento de la precesión de los equinoccios a Hiparco de Nicea como el primero en dar el valor de la precesión de la Tierra con una aproximación extraordinaria para la época. Las fechas exactas no son conocidas, pero las observaciones astronómicas atribuidas a Hiparco por Claudio Ptolomeo datan del 147 al 127 a. C.
Algunos historiadores sostienen que este fenómeno ya era conocido, al menos en parte, por el astrónomo babilonio Cidenas hubiese advertido este desplazamiento ya en el año 340a.C
Movimientos de la Tierra: rotación, precesión y nutación.
Descripción
La rotación de la Tierra causa un ensanchamiento
ecuatorial, y un achatamiento polar de unos 21 km
aproximadamente. Además el eje de rotación de la Tierra está inclinado
23º 26’ con respecto a la perpendicular a la eclíptica (el plano
que contiene la órbita solar de la Tierra). Por tanto, una mitad del
ensanchamiento ecuatorial se sitúa sobre el plano de la eclíptica y la otra
mitad debajo. Durante los equinoccios, los ensanchamientos de cada lado de la
eclíptica están a la misma distancia del Sol y este no produce momento de
fuerza. En cambio, todo el resto del tiempo, y sobre todo en los solsticios, el
ensanchamiento de uno de los lados de la eclíptica no se encuentra a la misma
distancia que el ensanchamiento del otro lado, y se produce un momento de
fuerza creado por el Sol, que tiende a llevar el exceso de masa presente en el
ecuador hasta el plano de la eclíptica y provoca el movimiento de precesión de
la Tierra.
Si no existiese el achatamiento y la Tierra fuese
esférica, la atracción del Sol no produciría un momento de fuerza sobre
la Tierra y no habría modificación de la dirección del eje terrestre.
Durante unos pocos meses o años el eje terrestre se
dirige hacia prácticamente el mismo punto sobre la esfera celeste, debido a la
conservación del momento angular de la Tierra.
Efectos
El cambio en la dirección del eje de rotación de la
Tierra provoca una variación del plano del ecuador y, por tanto, de la línea de
corte de dicho plano con la eclíptica. Esta línea señala en la esfera
celeste la dirección del punto Aries, que retrograda sobre la
eclíptica, fenómeno denominado precesión de los equinoccios. Las consecuencias
de este fenómeno son:
· El polo
norte celeste se mueve en relación a las estrellas, estando ahora próximo
a la Estrella Polar (alfa de la Osa Menor).
· El primer
punto de Aries, intersección del ecuador con la eclíptica, retrograda sobre el
ecuador en el mismo período, es decir, 50.290966" por año.
A principios de la Era cristiana el Sol se
proyectaba al comienzo de la primavera en la constelación de Aries.
Actualmente, 2000 años después, ha girado un ángulo =
50,2511 × 2000 = 27,92°, proyectándose en Piscis.
Además la precesión cambia la declinación y ascensión
recta de cualquier estrella. Con el transcurso del tiempo el cielo
nocturno va cambiando radicalmente. Tomemos como ejemplo
las constelaciones de Scorpius y Orión, cuyas
ascensiones rectas son 17 horas y 5 horas respectivamente: en el hemisferio
norte Scorpius es una constelación de verano y Orión lo es
de invierno. Dentro de unos 12 000 años ambas constelaciones
intercambiarán su relación con las estaciones: Scorpius será invernal, y Orión,
estival. Para entonces sus ascensiones rectas valdrán 5 horas y
17 horas respectivamente.
Órbita de la Tierra con el Sol en el centro. Las posiciones de la Tierra a la izquierda y la derecha corresponden a los solsticios. Las dos del centro corresponden a los equinoccios. Las fechas en las que ocurren los solsticios y equinoccios varían de un año a otro aproximadamente más menos un día.
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